El frente externo en un contexto de incertidumbre electoral

El frente externo en un contexto de incertidumbre electoral

La economía argentina viene experimentando mucha incertidumbre cambiaria y financiera

en un contexto mundial muy inestable por la pandemia y la guerra Rusia-Ucrania sin mostrar

señales de mejora en el corto plazo.

En el ámbito internacional, los países centrales están aplicando una política continua de

subas de las tasas de intereses como principal medida antiinflacionaria alcanzando niveles

no vistos en varias décadas en muchos países, lo que tiene importantes implicancias en

diversos mercados.

El impacto en la economía argentina ha sido mixto. Por un lado, los precios de los precios

agropecuarios que exporta aumentaron considerablemente. Por el otro, los principales

productos que se importan (principalmente combustible) también subieron generando un

efecto mixto.

En el ámbito local, la economía recuperó los niveles previos a la crisis cambiaria de 2018

retornando a una dinámica de “stop and go” en el marco de la restricción externa. Además,

la inflación superó la barrera del 100% en un contexto de régimen de alta inflación con poder

adquisitivo sin lograr recuperarse, caída de la participación de los asalariados en el ingreso y

un porcentaje considerable de personas debajo de la línea de pobreza.

El sector público está en una situación compleja ya que, a pesar de aplicar un ajuste fiscal

importante, los ingresos retrocedieron principalmente por los derechos de exportación de los

productos oleaginosas en el marco de la sequía. En tanto, el mercado cambiario y financiero

están en fuerte tensión por la caída de las reservas internacionales e inestabilidad de las

brechas cambiarias.

La estimación de proyecciones en una economía como la argentina es bastante compleja.

Sin embargo, esperamos que las presiones cambiarias en los mercados paralelos, y la

retención de exportaciones puedan aumentar. Asimismo, luego de las PASO, las perspectivas

del próximo gobierno pueden generar presiones aún mayores.

Además, se plantearon algunas opciones para abordar los problemas en el frente externo

a través de cambios en el régimen cambiario. Sin embargo, cada una de ellas tiene

desventajas en común, aunque con diferentes niveles de exposición a esos factores de

riesgo. Algunas podrían implementarse antes del cambio de gobierno, mientras que otras no

están ni siquiera en la agenda posible de la administración actual. Sin embargo, incluso entre

las opciones aplicables, creemos que su posibilidad de éxito está condicionada no solo por el

contexto económico, sino también por el político. Entre ellas, podemos mencionar: i) status

quo con aumento de las regulaciones cambiarias y al comercio; ii) devaluación manteniendo

los controles actuales; iii) unificación cambiaria; iv) desdoblamiento cambiario; y v)

dolarización.

Estimamos que en el corto plazo los escenarios más probables son i) y iv). Con baja

probabilidad el ii). Se descarta este año el escenario iii) y el v). Obviamente el escenario iii)

se verificaría si triunfa Juntos por el Cambio, aunque no es evidente que se produzca de

golpe. El escenario v) es improbable aún con el triunfo de Milei, como ya adelantan sus

asesores económicos, aunque un resultado favorable a Milei puede acelerar una corrida de

depósitos en dólares.

El Gobierno tiene así mecanismos para evitar una devaluación del dólar oficial aunque la

brecha dependerá de la inflación. Se espera que el Gobierno no profundice el ajuste fiscal

para evitar una crisis social. La asistencia social para lograr una cierta paz social está

garantizada, pero aumentará la conflictividad sindical de sectores medios y medios bajos por

el nivel del salario real. El escenario de alta inflación y desaceleración de la actividad va de

la mano de la restricción externa.

El FDT evitará la devaluación, aunque no haya acuerdo con el FMI. Lo más probable es

un acuerdo “light” respecto al cronograma de pagos con el FMI, adelantando los desembolsos

del año y con mayores desembolsos para evitar pagos netos al FMI por casi US$ 2.000

millones. En discusión estará el margen de intervención en el CCL y MEP con recursos con

el FMI, aunque si podrá usarse parte del swap

Lo que suceda después de agosto dependerá crucialmente del resultado de la PASO,

pero insistimos que el Gobierno evitará maxidevaluar, aunque tenga que limitar casi por

completo el acceso al mercado de cambios, aunque tenga un costo inflacionario mayor y en

actividad.

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